En el post anterior, hacíamos unos números gordos para ver el margen de mejora que tenían los edificios si aumentábamos su nivel de aislamiento. Este otro post, es una continuación del anterior en el que vamos a intentar explicar con unos números gordos, en el mismo caso, cuál sería el ahorro si cambiamos la caldera por una de mayor rendimiento.
Suponemos el CASO 1 y 2 del post anterior. Según las simulaciones realizadas mediante Energy Plus, nos resultaban los siguientes datos:
CASO 1 _ 90m2 x 173,8kWh/m2 = 15.642 kWh/año
CASO 2 _ 90m2 x 116,8kWh/m2 = 10.512 kWh/año
Suponemos estos dos equipos:
Caldera convencional obsoleta. Eficiencia de 0,85. 12.367 kWh/año.
Caldera de condensación. Eficiencia de 1,02. 10.306 kWh/año.
(*Existen calderas con rendimientos más altos, pero tenemos que tener en cuenta que la sustitución solo incluye la caldera, por lo que la instalación sigue siendo antigua y obsoleta. Calderas de nueva generación, con pérdidas en la distribución, la instalación nunca llegarán a su máxima eficiencia).
Por lo tanto, para los casos anteriores:
CASO 1 _
Eficiencia de 0,85. 18.404 kWh/año
Eficiencia de 1,02. 15.335 kWh/año.
CASO 2 _
Eficiencia de 0,85. 12.367 kWh/año.
Eficiencia de 1,02. 10.306 kWh/año.
Por lo tanto, en términos económicos, y tal y como veíamos en el post anterior, el precio del kWh de gas natural actualmente está en aprox. 5cent. de euro. (Se prevé un aumento importante en un futuro próximo, como ha ocurrido con el gasoil, el cual se sitúa ya en los 10cent. de euro, es decir, el doble, pero no lo vamos a tener en cuenta).
CASO 1 _ Caldera 1 (antigua) _ 920,2 €/año
Caldera 2 (nueva) _ 766,8 €/año
CASO 2 _ Caldera 1 (antigua) _618,4 €/año
Caldera 2 (nueva) _515,3 €/año
En el caso de estudio 1, el ahorro de 153 €/año.
En el caso de estudio 2, el ahorro de 103 €/año.
Si recordamos, los ahorros anuales, modificando la envolvente del edificio eran para el CASO 1 de 773,0 €/año y para el CASO 2 de 471,2 €/año.
CONCLUSIONES:
Por lo tanto, vemos que conseguimos ahorros mucho más grandes en el caso de intervenir en la envolvente del edificio, del orden de unas cuatro o cinco veces más. Aunque no debemos olvidar que son acciones complementarias y no excluyentes.
Como segunda conclusión observamos que existe un gran potencial de ahorro en el parque edificatorio existente en España, ya que los niveles de aislamiento con los que se ha construido son realmente bajos.
También debemos tener en cuenta, que la inversión inicial para realizar estas dos modificaciones son muy diferentes, ya que el cambio de equipos es un desembolso menor, que una intervención en la arquitectura del edificio.
Como ya explicábamos en el artículo anterior, hay que tener en cuenta que estos ahorros son solo teniendo en cuenta el aislamiento. En una rehabilitación energética son muchos más los parámetros que caben mejorar (nivel de infiltraciones, captación solar, acumulación energética mediante inercia, eliminación de puentes térmicos constructivos, etc.), y por lo tanto, en muchos de los casos, los márgenes de mejora son mucho más elevados, es decir, estos números son válidos si sólo mejorásemos el aislamiento térmico de la envolvente del edificio, lo cual es una de las muchas partes de una rehabilitación energética.
NOTA: este ejemplo se ha realizado mediante la herramienta informática Energy+la cualestá desarrollada por el Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE). Se trata de una de las herramientas más avanzadas del mundo para la simulación dinámica de fenómenos relacionados con el desempeño ambiental y energético de los edificios